Cambio tres estampitas de Lionel Messi por una de Salem Al-Dawsari, se leía en redes sociales el 22 de noviembre de 2022, luego de que el jugador asiático metiera un golazo para que Arabia Saudita venciera 2-1 a Argentina en la pasada edición de la Copa del Mundo en Qatar.
La realidad es que la atención en el mundo árabe y, particularmente, en el país que tiene por capital a Riad lleva más tiempo. La fórmula es sencilla, pero no por ello fácil: “lo que atrae es su rápida transformación”.
Así lo admite Faisal F. Al-Ibrahim, ministro de Economía y Planeación de Arabia Saudita, quien en entrevista con Expansión reconoce que el país ha desempeñado un papel muy importante en la escena mundial, sobre todo para hacer frente a los desafíos globales.
Pero los sauditas no se quedan solo con eso, su mira está puesta en el futuro, como lo marca su eje estratégico Visión Saudí 2030 , programa bajo el cual buscan reducir su dependencia del petróleo, diversificar su economía y desarrollar otros sectores como salud, educación, infraestructura y turismo.
La buena noticia es que en ese proyecto está mapeada América Latina y también México.
“Reconocemos que hay muchas oportunidades en la región que antes no se exploraban lo suficiente. Estamos muy contentos con la sólida relación que tenemos con América Central y del Sur y creemos que hay margen.
“Creemos que en México hay oportunidades para invertir. Tenemos que trabajar con nuestros homólogos e incluir al sector privado y a las comunidades empresariales para asegurarnos que se exploren y se aprovechen al ritmo necesario”, explica.
El graduado en Economía y Contabilidad de la Universidad de Pennsylvania y con un MBA del Instituto Tecnológico de Massachusetts dice que la economía saudita no crecerá sola sino en asociación con muchos de sus “amigos y socios”.
Sobre México resalta que tienen fuertes lazos bilaterales, con un comercio sólido, pero que, como en todo, hay margen de mejora y crecimiento.
“No solo en el ámbito comercial, sino también en el de la inversión y la coinversión. Estoy planeando, junto con otros ministros, visitas a México en un futuro próximo a corto y mediano plazos”.
El potencial con México
En el proyecto Visión Saudí 2030, el país árabe tiene el propósito de posicionarse entre las 15 economías más grandes del mundo (hoy se encuentra entre el lugar 18 y 19) y para ello México es un aliado fundamental.
Admite que hay sectores con potencial y muy atractivos para Arabia Saudita, como lo es la energía, la agricultura y la alimentación.
“Reconocemos la importancia de la energía y el papel de México en este tema, pero también vemos margen de colaboración en temas de agricultura y alimentación, sobre todo para realizar inversiones en agrotecnología y en tecnología para la seguridad alimentaria”, dice Al-Ibrahim, quien se confiesa fan de los chilaquiles verdes.
El ministro de Economía y Planeación añade que también ven con interés el turismo, al que han explorado y con el que han establecido asociaciones.
“En cuanto más hablemos y exploremos con nuestros socios en las comunidades empresariales más oportunidades tendremos de trabajar juntos en estos sectores y complementarnos mutuamente”.
La Arabia verde… más allá del color de la bandera
Para Faisal F. Al-Ibrahim la economía árabe es la historia del crecimiento mundial. Prevén que su PIB cerró con un avance de 8.5% en 2022 y anticipan un alza de 3.1% para este año. El gran motor de esta expansión fueron y son las actividades no petroleras, dice.
Estos resultados no se pueden explicar sin la mano de las reformas hechas y los planes de diversificación que trabaja el país bajo el proyecto Visión Saudí 2030, que ya cumple siete años de operar.
“Reconocemos y hemos dado prioridad a continuar con este legado y en nuestro ADN, así como desempeñar un papel más de liderazgo en la escena mundial con nuestros socios y nuestros amigos, con el fin de ayudar a hacer frente a los desafíos globales”.
Es en ese contexto que el funcionario se abre para enlistar los avances de uno de los temas de interés actual: el cambio climático.
“Estamos duplicando nuestros compromisos, por lo que gastaremos 186,000 millones de riales (más de 14,000 millones de pesos) en los próximos siete y 10 años en la “ecologización” de la economía saudí a través de la iniciativa verde.
“Tenemos la energía eólica y la energía solar más baratas del mundo. Estamos construyendo la mayor instalación ecológica de hidrógeno con socios internacionales en el noroeste del país. Y eso se suma a muchos esfuerzos de la región”, detalla.
Una transformación para cambiar la economía
El mundo árabe siempre está asociado al petróleo, los jeques y las altas temperaturas. Pero desde hace algunos años han buscado cambiar esa visión que se tiene de ellos. El último hit del país fue la contratación de uno de los mejores futbolistas del planeta: Cristiano Ronaldo, quien desde este año viste la camiseta del Al Nassr.
A eso se suma la organización de varios eventos, como la final de la SuperCopa Española, la final de la SuperCoppa Italiana o el juego entre el París Saint-Germain y el combinado de los dos mejores equipos de la capital, Riad.
Parece que los árabes quieren llamar la atención del mundo por su músculo financiero, pero no, detrás de todo esto hay una visión más profunda, de acuerdo con la filosofía de Al-Ibrahim.
“El deporte es grande, pero esto no lo hacemos para llamar la atención, lo hacemos para transformar la economía”.
Y es así como Arabia Saudita levanta la mano para acoger la Expo 2030 , evento global que tiene como objetivo promover el progreso y fomentar la cooperación, con la participación del sector privado, la sociedad civil y el público en general en exhibiciones interactivas, espectáculos en vivo, talleres y conferencias.
En el aspecto deportivo realizarán los Juegos Asiáticos de Invierno 2029 y la Copa de Asia Femenina, además de que presentarán una candidatura para la Copa de Asia masculina en 2027.
“El deporte está creciendo muy rápido en Arabia Saudita. Tenemos 35 millones de habitantes. Muchos de ellos tienen menos de 30 años, y a 60% le gusta mucho el deporte, todo tipo de deportes.
“Así que tengan en cuenta que la generación joven, ese equipo saudí que le ganó al campeón del mundo, a Argentina, ama el fútbol, ama el deporte. Nosotros hacemos esto por la gente. No lo hacemos por imagen”.
Y así, con esa filosofía, continúa y avanza la transformación de Arabia Saudita.