“Comedor de Dios” podría cerrar por alta delincuencia y agresiones

Frecuentes amenazas al personal

Varios sujetos roban a comensales, otros escupen a voluntarios

El “Comedor de Dios”, ubicado en las inmediaciones de El Crucero en Cancún, se encuentra en un grave riesgo de desaparecer, dadas las frecuentes amenazas con cuchillo al personal, así como por la extorsión y asaltos en perjuicio de quienes se forman para solicitar comida, mientras que algunos han escupido a los voluntarios, argumentando que no les gusta la comida.

Ricardo Villalba, líder del proyecto, expuso que últimamente se han presentado muchos incidentes con la gente que llega a pedir comida, pues muchos lo hacen en estado de ebriedad o bajo la influencia de las drogas, situación que ponen en riesgo, tanto a las personas que atienden el comedor como a los que asisten sin buscar problemas, pues son agredidos y hasta robados.

Los percances van desde amenazas con objetos filosos, hasta golpes y escupidas en la cara a los voluntarios, cuando algunos inadaptados argumentan que la comida no les agrada, por lo que se creen en el derecho de agredir, cuando realmente los voluntarios no están en la obligación de atenderlos o darles de comer.

Solicitan apoyo de seguridad pública

Villalba ha insistido desde hace meses en la necesidad de una patrulla para vigilar el área, pues ha solicitado el apoyo a las autoridades para que envíen elementos de seguridad pública a cuidar el establecimiento y que este tipo de cosas no ocurran, así como asegurarse de que se cumplan las normas sanitarias establecidas por la Secretaría de Salud.

“Uno a la autoridad no le pide nada, ni dinero ni nada, nosotros junto con los voluntarios nos encargamos de obtener los recursos alimenticios, lo que sí necesitamos es que nos apoyen con lo que les toca, que es la seguridad. Si ya saben que diario se da de desayunar y comer, pues podrían mandar una patrulla, unos 15 minutos antes y quedarse aquí mientras se da el servicio. Son más de 300 personas a las que atendemos, no es cosas fácil, ese apoyo si lo necesitamos”, recalcó.

Pues, por los actos delictivos ocurridos en la fila del comedor, muchas personas con necesidad han dejado de acudir, por el miedo. “Venía mucha gente que trabaja en los semáforos y ya no. Me los encuentro y les dijo ‘oye ¿por qué ya no vasa comer?’ y me responden ‘no, jefe, es que pues nos quitan ahí lo poquito que ganamos y mejor ya no vamos’, entonces. pues ya la ayuda no llega a quienes verdaderamente lo necesitan”, afirmó.

Les quedan pocos insumos

Aunado a lo anterior, reportan que sufren problemas de insumos, los cuales se les están agotando, pues si bien algunos microempresarios y voluntarios los han apoyado constantemente, este servicio de comedor se da todos los días y no alcanzan.

El lunes pasado, dicen que el comedor tenía suficientes insumos para preparar arroz y frijoles, pero no carne, ni tortillas, ni agua. Lo cual genera molestia en algunos de los asistentes, quienes no terminan de entender que este es un apoyo voluntario, no es obligación de estos bienhechores brindar esta labor y sin embargo, no agradecen.

“El otro día una mujer en estado de ebriedad empezó a escupir la comida y a mí me escupió en la cara”, contó Villalba, quien tenía planes de convertir este comedor en un centro comunitario, para impartir talleres a las personas, además de brindar alimentos. Pero este lunes ni siquiera tenía claro si podría continuar con el sueño al que le ha invertido todo su patrimonio familiar.

“Ahorita siento que la cabeza me va a explotar, ya no sé qué hacer”, contó preocupado e invitó a la población en general a sumarse a su noble labor. “Pueden hacer donativos en especie, estamos recibiendo alimentos no perecederos, arroz, frijol, si alguien quiere donar carne, pollo, cerdo, pescado, todo es bienvenido” y reiteró que “quien tenga verdadera necesidad de acudir a nuestro comedor a recibir el apoyo, es bienvenido, nosotros seguiremos ofreciendo la comida hasta el ultimo momento”, recalcó.