Un índice que evalúa la capacidad de los países latinoamericanos para erradicar la corrupción mostró que la mayoría de las naciones retrocedieron en sus prácticas.
México, la segunda economía más grande de la región, ocupó el puesto 12, al mostrar “pronunciados descensos” en las categorías de sociedad civil y medios, ya que los periodistas mexicanos enfrentan “la tasa de violencia contra reporteros más alta del mundo fuera de Ucrania”, según el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC, por sus siglas en inglés) de 2023.
El informe es publicado conjuntamente por Americas Society/Council of the Americas y Control Risks y apunta a una disminución en la calificación promedio de la región por primera vez desde 2020.
Los puntajes decrecientes en 10 de los 15 países evaluados indican “un entorno anticorrupción que en muchos países es menos activo y movilizado que en años anteriores”, dijo el índice.
Al observar 14 variables, incluida la independencia de las instituciones judiciales y la solidez del periodismo de investigación, el Índice CCC “se basa en datos extensos y en una encuesta realizada entre los principales expertos en anticorrupción” para calificar y clasificar a los países en una escala de 0 a 10.
Una puntuación máxima de 10 refleja un país con mayor probabilidad de procesar judicialmente y penalizar la corrupción. Ocho de los 15 países analizados este año arrojaron un puntaje inferior a cinco.
“El revés a nivel general no fue tan dramático en comparación con 2022, sino que reflejó una contínua constante que ha estado en marcha durante años”, agregó el informe.
México y Guatemala son los únicos países cuyo puntaje ha disminuido todos los años desde que se lanzó el Índice CCC en 2019.
La economía más grande de América Latina, Brasil, ocupó el octavo lugar y su puntaje mejoró un 1.5% desde 2022.
“El puntaje de Brasil en la categoría de democracia e instituciones políticas aumentó, lo que refleja su perseverancia después de varios años de tensión”, indicó el reporte, que cita los intentos del expresidente Jair Bolsonaro de influir en las investigaciones.
Venezuela experimentó la mayor caída en el índice, marcando su quinto año consecutivo con el puntaje más bajo de la región.
Uruguay volvió a ocupar el primer lugar, pero registró un año consecutivo de descenso, una señal de que “ningún país es inmune al estancamiento o al retroceso en la lucha contra la corrupción”, según el índice.