Emma Stone, feminista, pero no activista
Ni siquiera han pasado tres meses desde que Emma Stone fue consagrada con el Oscar a la Mejor actriz por Pobres criaturas y con el mismo director Yorgos Lanthimos y el mismísimo Willem Dafoe participó en otra competencia del otro lado del océano, gracias al estreno mundial de Kinds of Kindness en el Festival de Cine de Cannes.
¿Qué tan difícil es despedirte de tus personajes al momento de terminar un rodaje? ¿Hay alguno en particular que te gustaría retomar?
Bella Baxter (de Pobres criaturas) es el único personaje que me ha costado dejar. Y nunca creo que pueda. Tampoco pienso que vaya a retomarla, pero es el único personaje que fue devastador ver consumir su ciclo.
Se siente como un grupo de teatro donde él tampoco tiene un estilo dictatorial para trabajar. Sabe muy bien lo que quiere, pero tiene una forma muy abierta de cambiar o descubrir temas con un gran instinto. Será por eso que me siento realmente cómoda y confiada con él. Y lo digo porque he trabajado con otros directores que no necesariamente saben lo que quieren o intentan un millón de tomas sólo porque quieren decidir después en la sala de edición. Y Yorgos no es asi, para nada. En el momento de filmar sabe lo que va a quedar en la versión final y es algo que los actores apreciamos mucho, aunque sea una total sorpresa. Es un buen estilo donde nosotros podemos hacer nuestro trabajo como actores sin convertirnos en minidirectores ni tratar de corregir un guion, porque es algo que pasa bastante.
A nivel personal, ¿se sintió diferente el rodaje de Kinds of Kindness comparado con La favorita o Pobres criaturas?
Supongo que hoy siento una comodidad extrema como para hacer lo que sea con él, por haber trabajado juntos tantas veces. Confío en él mucho más allá de la confianza que tuve antes con cualquier otro director. Tuve suerte de haber trabajado con grandes directores, pero entre nosotros hay algo muy difícil de explicar pero es algo que agradezco.
Lo divertido de Pobres criaturas y Kinds of Kindness son los bailes de tu personaje totalmente diferentes a La La Land ¿Hubo una coreografía especial, como los rodajes anteriores?
Esta vez, la escena del baile fue totalmente improvisada. Esa soy yo, volviéndome loca.
¿Cuántas tomas llegaron a filmar?
Creo que solo hicimos tres tomas hasta que avisé que estaba por vomitar (risas). Hacía demasiado calor, con un clima muy húmedo, porque estábamos filmando en Nueva Orleans y yo tenía puesto una seda de poliéster. No paraba de traspirar, pero quedó bastante bien.
¿El cuerpo pasó a ser una parte importante de tu actuación?
Mi relación con el cuerpo no es algo que discutimos con Yorgos, pasa más por el lado intelectual pero es obvio que a él le gusta la danza (risas). Incluso cuando filmamos Pobres criaturas hablamos bastante sobre la forma en que Bella iba a caminar o moverse, analizando lo que pasaba por debajo de la superficie. Y mi relación con el cuerpo en el cine tiene que ver con una relación entre éste y lo que siente el personaje en ese preciso momento. Bella se expresaba corporalmente. Y esta vez, muchas de esas expresiones también tuvieron que ver con la anatomía, ya sea con una escena violenta o sexual. Y en vez de explicarlo, lo mostramos, esperando sentir algo por debajo de la superficie de nuestro trabajo como actores, tratando de dar algo más a nivel físico.
¿Al momento de aceptar un rol determinado te fijas en el mensaje que puedas dejar como mujer?
Supongo que me fijo en las historias que me parezcan interesantes. No sé si soy el estilo de actriz que necesita hacer cine para generar un mensaje en particular. Soy feminista, aunque no sé si puedan señalarme como una activista. Sólo trato de buscar personajes interesantes en un mundo igual con algo que yo quiera explorar.
¿Crees que sea posible conseguir la igualdad entre la mujer y el hombre en relación a los roles disponibles o lo que pagan en cine?
No es algo que dependa de mí… Supongo que hay mucha gente que trata de cambiar, dando un paso adelante, para que la búsqueda de la igualdad con la mujer también tenga sentido.
Como una absurda comedia de humor negro, Kinds of Kindness se describe como una fábula tríptica con tres historias conectadas. En la primera, un hombre trata de cambiar su destino dejando de lado un poderoso jefe. En la segunda, otro tipo sospecha que la esposa no es realmente la esposa. Y en la última tratan de encontrar a una persona que pueda resucitar a los muertos.
Es en esas mismas tres historias, en las que Emma Stone, Willem Dafoe y Jesse Plemons también interpretan tres personajes diferentes, a lo largo de 165 minutos, con una producción que costó 15 millones de dólares (igual que La favorita y un poco menos de la mitad que Pobres criaturas)
¿La preparación para los tres personajes diferentes de Kinds of Kindness fue diferente en comparación con La favorita y Pobres criaturas?
El proceso fue muy parecido, con un tiempo de ensayos y el mismo acercamiento. Fueron tres historias donde también no tuvimos tanto tiempo de prepararnos para la siguiente. A lo mejor con Bella tuvimos más tiempo, pero el proceso del rodaje fue muy parecido.
El estreno en el Palais des Festivals de Cannes y su paso por la alfombra roja bien se puede comparar con la caminata que Emma emprendió en Los Ángeles, en marzo pasado, para recibir el premio Oscar. Con los fotógrafos elegantemente vestidos de smoking, gritando con acento francés “Emma, Emma, Emma’, los flashes iluminaban cada paso que daba a la par de Willem Dafoe, Jesse Plemons (con sU esposa Kirsten Dunst) y el director Yorgos Lanthimos, además de otros famosos invitados como Demi Moore, Eva Green y la argentina Agustina Palma. Adentro fue totalmente diferente. Hubo algunos que dejaron la sala después del segundo acto y aunque los aplausos del final duraron un poco más de cuatro minutos, el realizador se fue sin esperar al resto del elenco. Después de todo, el Festival de Cannes también es una competencia, con un mismo escenario por donde pasaron otras superestrellas como la vuelta de Francis Ford Coppola con Megalópolis, Anya Taylor-Joy con Furiosa y otro genial director como George Miller o incluso Kevin Costner dirigiendo el primero de cuatro episodios del western Horizon: An American Saga. Pero, entre todos, Emma Stone ya está acostumbrada a caminar por encarpetados y acompañado del mismo cineasta.
¿Cuánto tiempo lleva tu matrimonio laboral con el director Yorgos Lanthimos?
Lo conocí 10 años atrás, en un almuerzo que tuvimos para hablar sobre la idea de filmar La favorita, dos años antes del rodaje. Me sorprendió que fuera una persona muy cálida, fácil de hablar, completamente diferente al estilo de cine que dirige. Yo esperaba que fuera una persona mucho más intensa y con La favorita tuvimos momentos maravillosos trabajando juntos, me encantan sus historias y la forma en que ve el mundo con sus personajes. Supongo que tenemos gustos similares.