Maryfer Centeno analiza con grafología la psicopatía
Juana Barraza, conocida como La Mataviejitas; Mario Aburto, presunto asesino de Luis Donaldo Colosio; Yolanda Saldívar, asesina de la cantante Selena; y asesinos seriales como Ted Bundy y Jeffrey Dahmer, además de líderes de sectas como Sergio Andrade, Jim Jones y Keith Raniere fueron analizados por la grafóloga mexicana Maryfer Centeno en su más reciente libro El lado oscuro de la mente humana, en el que aborda un análisis, a través de la grafología y el lenguaje corporal, de la psicopatía, la envidia, la maldad y otros demonios.
La publicación de 203 páginas, de editorial Aguilar, comenta la grafología de algunos criminales y las consecuencias de conductas como el narcisismo, la ira, la ansiedad, la manipulación mediática y “cómo detectar este lado oscuro de la mente, analizarlo y lidiar con él”. Así lo reveló su autora en entrevista con Excélsior.
Este libro surge en un momento en el que, yo creo, hay una gran violencia. La violencia es un hecho social, porque vive dentro y fuera de nosotros. Siento que estamos ante un gran odio y polarización, a la defensiva. Las redes sociales y los contenidos han propiciado tanto el curso de la personalidad como el odio. Esta inmediatez genera que podamos ver un tiroteo, por ejemplo, en cualquier lugar del mundo y que, luego, se convierten en personajes importantes y hasta millonarios con su historia.
También lo enfrentamos en las oficinas, con la compañera envidiosa o el jefe complicado; o en la pareja, con una persona tóxica o narcisista. Estamos rodeados de eso. Sí, hay muchas cosas maravillosas y muy buenas, también, pero también hay quienes sacan lo peor de sí mismos con los demás. Tenemos que estar preparados.
Era muy importante para mí hacer este libro, porque trata acerca de la psicopatía, de la envidia y la maldad, pero también del origen: ¿somos naturalmente malos o nos hacemos?, ¿es un componente genético o uno ambiental, que es muy importante?, ¿qué pasa en el cerebro de un psicópata, por qué Ted Bundy era tan atractivo y generaba empatía?, ¿a qué grado puede llegar la maldad? Estamos rodeados y somos falibles”, expresó Centeno vía virtual.
La grafología, que analiza la escritura para describir la personalidad de un individuo y determinar las características generales de su carácter, es una potencial herramienta para “comprender y diagnosticar la psicopatía”.
De acuerdo con el libro, es prometedora, pues “puede proporcionar información muy valiosa sobre los rasgos y características subyacentes de los individuos que padecen este trastorno y utilizarse para ayudar a diferenciar entre la psicopatía y otros tipos de enfermedades mentales”.
Es así que Centeno se dio a la tarea de escribir esta publicación en tres partes y 19 capítulos. La primera de ellas es La maldad y el cerebro, en la que aborda temas como la neurología de la maldad, los asesinos en serie, los dictadores, la crueldad y los maltratadores de animales; Maldad y emociones, donde desarrolla envidia, celos, narcisismo, depresión, ansiedad, ira, síndrome del impostor y las heridas de la infancia; y una tercera parte, Maldad y manipulación, con capítulos como las sectas, el contagio emocional, la manipulación mediática en redes sociales, el poder del like y el lenguaje corporal.
La grafología es una prueba pericial. En los juicios generalmente hay un perito con el fin de demostrar su dicho. En los dibujos, los testamentos, el abuso de firma en blanco, en un momento de despido hay diferentes áreas a estudiar en la grafología, como la grafoscopía, la falsificación, firmas estampadas bajo presión y las tendencias criminales de una persona que, justamente, es de lo que trata este libro, sin hacer un juicio moral, aunque, de que hay un lado oscuro, ¡lo hay!”, acotó.
Maryfer Centeno compartió que ella decidió ser grafóloga, porque su mamá también lo es y ella lo vio desde pequeña.
Yo crecí yendo a juzgados, en las juntas de conciliación y arbitraje, iba a Niños Héroes todos los días. Mi mamá me mandaba a pedir expedientes y llenar papeletas. Es lo que yo he visto, con lo que crecí. ¿Nací grafóloga? Yo creo que sí”, dijo.
Maryfer señaló que uno de los casos que más le impactó fue el del compositor y productor musical Sergio Andrade: “Considero que es una persona que no debería estar libre, me parece un gran manipulador y que es un reflejo de la necesidad de los seres humanos de creer”.
Precisó que la escritura de una persona tiene un conjunto de rasgos que son analizables. Por ejemplo, en el caso de Ted Bundy “la personalidad puede armar un gran rompecabezas, porque es una escritura ligada, que refleja el poder de convencimiento”. Aunque, aclaró, “no todos quienes tengan una escritura ligada pueden ser Ted Bundy”.
Centeno concluyó que la grafología no se deja llevar por las apariencias a diferencia de los seres humanos, por lo que tiene otros alcances.
Grafología y lenguaje corporal van de la mano como las expresiones que surgen de las manos, la escritura, los dibujos, el arte en sí mismo. Hay personas a quienes les gustan ciertos tipos de fuente. Está en todos lados, sólo hay que abrir los ojos y el corazón”, concluyó.