Comparten especialistas sus investigaciones en el Congreso Internacional sobre Violencias 2022
Las diferencias entre buscar hombres y mujeres desaparecidos en Chihuahua, las violencias diversas en el estado de Morelos, así como la salud mental, aborto y necropolítica de género, fueron temas de investigación compartidos por especialistas en el Congreso Internacional sobre Violencias organizado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Al exponer en el Coloquio Femicidios y Violencias de Género, el tema Violencias Diversas en el Estado de Moreno, la doctora en Estudios Latinoamericanos, Morna Macleod sostuvo que las violencias están interconectadas y todos son importantes porque afectan a los diferentes sectores de la población.
“También en otros estados sufrimos violencia y yo parto de una visión que todas las violencias están interconectadas y todas son importantes, van desde la violencia doméstica, hasta el feminicidio, el secuestro, la trata de mujeres, las desapariciones y los homicidios”, subrayó.
La doctora en Antropología de la Universidad Autónoma de Chihuahua, campus Juárez, Hazel Dávalos Chargoy, quien presentó la investigación Diferencias entre buscar hombres y mujeres desaparecidos. Una etnografía de la operatividad de los colectivos de búsqueda y su incidencia social planteó que la diferencia básica que ha encontrado es que a los primeros se les busca cerca de donde desaparecen, mientras que a las segundas se les rastrea fuera de sus estados e incluso en otros países.
“A las mujeres las buscamos vivas, considerando la posibilidad de las redes de trata y explotación sexual y generalmente a los hombres se les busca sin vida desde la presunción de homicidio”, comentó.
La maestrante del Instituto Mexicano de Ciencias Forenses, Edith Robles Arredondo, quien trató el tema Salud mental, Aborto y Necropolítica de Género manifestó que las afectaciones a la salud mental de las mujeres tienen que las creencias de que estas nacen para ser madres y que el feto es un bebé con vida y derechos.
“Son creencias que estigmatizan a la mujer señalándola, acusándola de asesina, de antinatural y esto produce un rechazo social y es un dispositivo de una descartabilidad, de un aislamiento o de una desechabilidad de las mujeres”, puntualizó Robles Arredondo.